La oración bíblica es al Padre, en el nombre del Hijo (Jesucristo) y en el poder
del Espíritu Santo.
Primero que nada, nos colocamos la “armadura de Dios” (Efesios, 6:11-
17)
Antes de comenzar cada oración, debemos colocarnos la armadura de Dios.
En el nombre de Jesús:
[1] nos colocamos el yelmo de la salvación, que es la esperanza de la salvación
en nuestra mente, como casco que protege nuestra cabeza y nuestra mente de
todos los dardos de fuego del maligno;
[2] nos colocamos la coraza de justicia;
[3] nos ceñimos con el cinturón de la verdad;
[4] nos calzamos con el apresto del Evangelio de la Paz;
[5] tomamos el escudo de la fe; y
[6] desenvainamos la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios;
Sobre el significado de cada parte de la armadura, puedes ver en mi blog un
estudio denominado “La armadura de Dios” en el siguiente link:
https://escudriniandolabiblia.blogspot.com/2017/06/la-armadura-de-dios.html
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[+] Presentamos la persona delante del Señor;
Padre, te presentamos, delante de tu trono de gracia, la vida de
_ (mencionar a la persona).
[+] Bendecimos a la persona;
Bendecimos a _ (mencionar a la persona), con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús, Señor nuestro.
[+] Cubrimos a la persona;
Padre, cubrimos a ____ (mencionar a la persona) con la sangre
preciosa, bendita y eterna de tu Hijo Jesucristo.
Padre, hacemos un vallado (Job, 1:10) alrededor de ____
(mencionar a la persona), en el glorioso nombre de tu Hijo Jesucristo,
levantamos y edificamos (Jeremías, 1:10) a su alrededor una verdadera
muralla espiritual de bendición y protección que resulte impenetrable para
satanás y sus demonios.
Padre, en el nombre de tu Hijo Jesucristo, te rogamos que, en esta hora, estés
enviando ángeles guerreros, espíritus ministradores que, con sus espadas
desenvainadas y comandados por un príncipe del cielo, actúen a favor de
____ (mencionar a la persona), acampen alrededor de su vida y
guarden su entrada y su salida (Salmos, 34:7, 91:11), desde ahora y para
siempre.
[+] Reprendemos los demonios que sepamos que están oprimiendo a la
persona;
Padre, con la autoridad que hay en el nombre de tu Hijo Jesucristo y con el
poder que hay en su sangre, atamos, reprendemos, echamos fuera y
desalojamos a los lugares secos y vacíos, todo espíritu inmundo, todo
demonio, todo principado, toda potestad, toda hueste espiritual de maldad en
las regiones celestes, todo gobernador de las tinieblas de este siglo (Efesios,
6:12), que satanás haya enviado contra ___ (mencionar a la
persona): todo espíritu inmundo de _, _, _,
y __ (mencionar los nombres de los demonios que
sepamos que oprimen a la persona; ejemplo: tabaquismo, alcoholismo, lujuria,
adulterio, etc.).
[+] Cuando hay una enfermedad, podemos arrancarla del cuerpo de la
persona y ordenarle a la parte afectada que comience a funcionar
normalmente de acuerdo al diseño de Dios o que ciertos parámetros
médicos vuelvan a su nivel normal;
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Padre, con la autoridad que hay en el nombre de tu Hijo Jesucristo y con el
poder que hay en su sangre, arrancamos (Jeremías, 1:10) de __
(mencionar a la persona) la __ (nombrar la enfermedad) y le
ordenamos a _ (mencionar el parámetro) que retroceda hasta el
límite medicamente establecido y le ordenamos a su _
(mencionar el órgano afectado) que comience a funcionar de acuerdo al diseño
establecido por ti para el normal funcionamiento de su cuerpo, aun desde antes
de la fundación del mundo y antes de que fuese formado en el vientre de su
madre.
AMEN.
Sustento bíblico:
Salmos, 34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los
defiende.
Salmos, 91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en
todos tus caminos.
Job, 1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene?
Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han
aumentado sobre la tierra.
Jeremías, 1:10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre
reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar
y para plantar.
Efesios, 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.